lunes, 24 de junio de 2013

Rabia en España

  

   Desde 1978 no se detectaba ningún caso de rabia en La Península pero el pasado 6 de junio el Ministerio de Sanidad tenía que declarar el nivel 1de alerta (el más bajo) al confirmar que el perro que había mordido a varias personas (4 niños y un adulto) en Toledo tras escaparse de sus dueños, había contraído la enfermedad al viajar a Marruecos. El perro tuvo que ser abatido por la policía y tras analizar el cadáver dio positivo para rabia.

El perro, mestizo de 5 años, había sido vacunado frente a la rabia 12 días antes del viaje pero no se respetó el tiempo necesario para que el animal creara anticuerpos protectores contra la enfermedad por lo que la vacuna no fue eficaz.
El nivel de alerta 1 se ha declarado por un periodo mínimo de seis meses en los lugares por donde merodeó ya que no se puede descartar contacto con otros animales, y ahora España ha perdido el certificado de país libre de rabia. El último brote se produjo entre 1975 y 1978.



    El animal vivía en Cataluña con sus dueños, y había vuelto el 12 de abril a España después de recorrer Marruecos durante cuatro meses. Un país donde la rabia es endémica. Según la reglamentación de la Unión Europea sobre desplazamiento de animales de compañía procedentes de terceros países, hay que certificar su vacunación y realizar una muestra serológica (que permite comprobar la presencia de anticuerpos en la sangre) 30 días después de la vacunación y tres meses antes del desplazamiento. Procedimiento que no se cumplió. A pesar de ello, el perro entró en España. El dueño está imputado por un presunto delito de imprudencia grave con resultado de lesiones graves.

   Las investigaciones apuntan a que los propietarios del animal hicieron todo lo posible por entrar irregularmente de vuelta a España, según indica un informe del Ministerio de Agricultura. El 5 de abril de 2013 intentan acceder por Algeciras, junto con el perro y otros dos canes, pero fueron devueltos al no tener cumplimentado “el apartado cinco de la titulación serológica”, donde se aprecia si la mascota ha cumplido con los controles establecidos. Repiten el intento siete días más tarde, por otra ruta. Y lo consiguen. Llegan a Algeciras procedentes de Ceuta. “No se comprobó, al venir de esta ciudad, el apartado cinco". “Por tanto, de Marruecos a Ceuta entraron posiblemente por El Tarajal (paso fronterizo), no se sabe si legal o ilegalmente”, señala el mismo documento. Es un lugar con mucho tránsito, por donde llegan a pasar una media de 15.000 vehículos al día.



   El riesgo de transmisión de la rabia es muy bajo, y la probabilidad de que aparezcan casos en humanos es mínima. La transmisión a las personas se produce normalmente por una mordedura o por contacto directo con la saliva del animal infectado, en la piel no intacta o en mucosas. Al ser inoculado, se propaga por los nervios. En caso de que no se administre la profilaxis (suero y vacuna o vacuna solo, dependiendo de la gravedad de las lesiones), desemboca, entre tres y ocho semanas de incubación después, en un coma que conduce, casi inevitablemente, a la muerte.

   Esto es un buen ejemplo de que las normas, que a veces nos parecen tan estrictas, están hechas para algo y el intentar saltárselas puede conducir a un grave problema de salud.









Fuente: El País
Fotos vía Pinterest


1 comentario :

Anónimo dijo...

BUenos dias, madre mia que dientes, jajaja.BEsitos

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