La fase de crecimiento es la más importante en cualquier perro. Hay unas necesidades nutricionales específicas para el desarrollo y el crecimiento de su cuerpo y cerebro. Por este motivo los alimentos para cachorros deben ser de muy alta calidad: alimentos muy digestibles para su pequeño y a veces sensible estómago. con proteínas y grasas de alta calidad para una óptima función y estructura corporal. Con carbohidratos de alta calidad para una fácil digestión y para proporcionar energía para que el cachorro pueda jugar lo que quiera. También es importante que los alimentos para cachorros tengan una excelente palatabilidad (buen sabor) para que le sea más fácil aceptarlo.
La alimentación del cachorro debe ser lo más natural, sana, segura y sabrosa posible. Para ello hay que elegir una alimentación de máxima calidad preparada con ingredientes naturales. Mejores ingredientes suponen mejor digestión, piel y pelo más saludables y deposiciones más pequeñas y compactas. Los nutrientes esenciales deben estar adaptados a cada etapa de la vida del perro, cachorro, maternidad, lactancia, etapa adulta y madurez.
Durante su crecimiento también son importantes otros ingredientes y nutrientes, por ejemplo los niveles de proteína y grasa deben soportar el desarrollo corporal y esquelético (músculos, huesos y ligamentos) pero al mismo tiempo esos niveles de energía deben prevenir una ganancia de peso excesiva.
Para tener unos huesos, dientes y articulaciones fuertes, la alimentación debe proporcionar niveles equilibrados de calcio y fósforo, además de glucosamina y condroitina (presente en las carnes de pollo y cordero).
Para desarrollar un buen sistema inmunitario son importantes vitaminas como la C, E, antioxidantes y taurina.
La vitaminas del grupo B, el acido linoleico (Omega-6), Omega-3, vitamina A, zinc, taurina y la biotina contribuyen a mantener la salud de la piel y el pelo. Una piel y un pelo sanos significa menos picores, menos rascados y un perro más hermoso y lustroso.
El DHA (ácido docosahexaenoico) es un ácido graso esencial y está involucrado en la función del ojo y cerebro. La inclusión del DHA en la dieta, procedente principalmente del aceite de pescado, ayuda a promover un desarrollo cerebral sano en los cachorros.
Unos niveles adecuados de fibras proporcionan una mejor calidad del tránsito intestinal así como de las heces.
Fuente pinterest.com/Ohqueperro
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