Un piloto de la aerolínea Air Canada desvió un vuelo internacional que cubría la ruta Tel Aviv-Toronto para salvar la vida de Simba, un bulldog francés de 7 años que viajaba a bordo. Cuando la aeronave se disponía a entrar en el Atlántico, el piloto se percató que había un fallo en la calefacción del compartimento de carga, por lo que no dudó en cambiar el itinerario y solicitar un aterrizaje en Frankfurt (Alemania) para evitar la muerte por congelación del perro.
Al entrar en la zona del Atlántico, la temperatura puede caer hasta los -40º y -60º, algo que supondría la inevitable muerte del can si efectivamente había un fallo en el sistema de calefacción y la temperatura descendía tanto.
Por ello, el piloto, cuya identidad no ha sido revelada debido a que se ha abierto una investigación, pidió de manera urgente aterrizar en el aeropuerto de Frankfurt, Alemania. La explicación que dio a la torre de control del aeropuerto germano fue simple: "Soy responsable de todas las vidas en el avión, tanto humanas como caninas".
Tras un parón de dos horas, que se calcula que le puede haber costado algo más de 10.000$ a Air Canada, el vuelo siguió su rumbo. El perro acabó llegando a Toronto, pero más tarde, ya que al confirmarse la avería, voló en otro avión hasta Canadá donde le esperaba su dueño que estaba más que feliz y agradecido.
"Es mi perro, es como mi hijo. Lo es todo para mi" dijo tras reunirse con él en el Aeropuerto de Pearson.
An Air Canada pilot is being credited with saving a dog’s life by diverting a flight from Tel Aviv to Toronto after a heating system malfunction in the plane’s cargo area. The seven-year-old French bulldog named Simba was taking its first flight when the pilot noticed the problem just as the plane was about to head over the Atlantic Ocean, where temperatures plummet until minus 40º or 60º, something that would mean the freeze death of the dog.
With the dog’s well-being in peril the pilot decided to land the plane in Frankfurt, Germany. The explanation given to the control tower of the german airport was simple: “The captain is responsible for all lives on board, whether it’s human or canine”
After a 2 hours stop the flight continued its journey. Simba was placed on another flight and the plane continued on to Toronto.
The dog’s owner was more than grateful.
“It’s my dog, it’s like my child. It’s everything to me,” he said after they were reunited at Pearson Airport.
The pilot made the right call, despite tacking on about $10,000 in fuel costs and delaying the flight by 75 minutes.
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